La empresa catalana de perfumería Puig ha anunciado oficialmente su intención de ingresar al mercado bursátil. Este movimiento estratégico, que ha estado en consideración durante meses, busca no solo recaudar fondos para refinanciar su deuda y financiar futuras adquisiciones, sino también estableces una presencia sólida en el mercado de capitales.
La familia fundadora, que ha sido un pilar en la empresa desde sus inicios, asegura que mantendrá la mayoría del capital, mientas que la estructuración de la operación con acciones de clase garantizará la continuidad de su control sobre los derechos de voto.
Según el comunicado oficial de la compañía, las acciones de Puig estarán listadas en varias bolsas Españolas prominentes, incluyendo las de Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia. Se espera que el debut en el mercado tenga lugar el 3 de mayo, según confirmaron fuente cercanas a la operación.
El plan de Puig se divide en dos partes: Una ampliación de capital de 1.250 millones de euros y una colocación adicional de acciones por parte de la familiar Puig a través de Exea, su vehículo de inversión, que superará los 1.250 millones de euros.
Marc Puig, presidente ejecutivo de la futura empresa cotizada, ha expresado su confianza en la estrategia adoptada, destacando la importancia de mantener un equilibrio entre la tradición familiar y las demandas del mercado. Esta visión a largo plazo se refleja en la estructura de las acciones, con la familia conservando los títulos de clase A, que otorgan mayores derechos de voto, mientras que se ofrecen acciones de clase B al mercado público.
Además de las acciones disponibles para los inversores, Puig también tiene previsto emitir acciones de clase B reservadas para los fundadores de Byredo y Charlotte Tilbury, dos empresas adquiridas recientemente. Este mediad no solo demuestra el compromiso de Puig con sus socios comerciales, sino que también refuerza su posición en el mercado al integrar estas marcas en su cartera.
Según las últimas cifras de la empresa la compañía de cosméticos cerró 2023 con 4.300 millones de euros de ingresos, aproximadamente un 19% más que el año pasado. A su vez el EBITDA se ha situado en los 863 millones de euros y el beneficio neto en los 463 millones, lo que supone una subida del 16% con respecto al año pasado. La deuda total que mantiene la empresa asciende a los casi 1.200 millones de euros, de ahí el anuncio de salida a bolsa.
Los fondos recaudados en esta operación se destinarán principalmente a refinanciar la deuda adquirida en las recientes adquisiciones y a financiar nuevas oportunidades de crecimiento. Esta inyección de capital no solo fortalecerá la posición financiera de Puig, sino que también proporcionará liquidez adicional a la familia fundadora, consolidando su control sobre la empresa.
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