Dos episodios con una buena audiencia han bastado para que Showtime renueve por una segunda temporada esta serie en la que podemos ver lo que ocurre en un despacho de Wall Street.
La serie está protagonizada por Damian Lewis, Bobby Axe (Homeland) donde encarna a un multimillonario trader sin escrúpulos e intrasingente con las pérdidas.
Tiene varias frases donde manda a sus acólitos a entrar en corto en determinada acción y en un momento del primer episodio le recrimina a otro trader cómo le hizo perder millones con una operativa entrando también en corto dejando claro para el público sin nociones de bolsa qué significa "entrar en corto".
Otro de los protagonistas es el fiscal Chuck Rhodes, encarnado por Paul Giamatti, que quiere cazar a Axe por utilizar informaciones privilegiadas entre otras cosas.
El fondo de la trama está bien y no quiero destripar nada de la serie, pero desde casi el primer minuto es muy predecible ciertas partes del argumento.
De momento buen sabor de boca en una serie distinta, con unos protagonistas totalmente diferentes, uno sin escrúpulos y otro con fuertes convicciones morales.
Esperemos que no la fastidien y sigan con el mismo ritmo.