Los ETF (Exchange Traded Funds) o fondo negociado en bolsa en Español, representa un producto que se sitúa a medio camino entre los fondos de inversión convencionales y las acciones.
Estos productos consisten en un conjunto diversificado de activos, al igual que los fondos de inversión, donde cada participación representa una cartera de acciones que refleja la composición del índice al que hace referencia.
La operativa con los ETFs es similar a la de las acciones, ya que se negocian durante toda la jornada bursátil. Al finalizar la sesión, se publica un valor neto de activo (VNA) que refleja el valor de los activos subyacentes. Los inversionistas tienen la posibilidad de adquirir estos ETFs en tiempo real al precio que dicta el mercado en cada momento, siendo esta una diferencia con los fondos tradicionales en los que hay que esperar al cierre del mercado para conocer su valor liquidativo.
También existen ETFs que pueden dar dividendo al igual que ocurre con las acciones.
Vamos a ver un ejemplo de un ETF con dividendo referido al SP500.
En este caso tenemos el análisis del SP500 en el que marcábamos un objetivo a tener en cuenta por impulso y en el que en la sesión actual ha llegado a proyectar y que parece puede continuar subiendo.
