La preocupante evolución de la deuda Española.
En las últimas cinco décadas hemos visto un aumento sostenido de deuda viendo como ha pasado de los 16.11% en los años ochenta al 105% del año 2023 (con respecto al PIB).
El aumento constante de la deuda.
Desde la crisis financiera de 2008, la deuda pública ha ido creciendo de manera notable, que pasó del 39.60% de ese mismo año al 90% en el año 2012.
Antes estaba mantenida por debajo del 40%. Sin embargo, la necesidad de rescatar al sistema financiero, el aumento del gasto público para hacer frente a la recesión y la caída de los ingresos fiscales provocaron un rápido aumento de deuda.
La pandemia del COVID-19 tampoco ayudó a esta situación y el apoyo a empresas y trabajadores (ERTEs), el aumento gasto sanitario y demás medidas tomadas por el Gobierno llevó al Estado a endeudarse más.
Fecha | Deuda total (M.€) | Deuda (%PIB) | Deuda Per Cápita |
---|---|---|---|
2023 | 1.575.372 | 105,10% | 32.396 € |
2022 | 1.504.105 | 109,50% | 31.304 € |
2021 | 1.429.404 | 115,70% | 30.101 € |
2020 | 1.346.916 | 119,30% | 28.417 € |
2019 | 1.224.364 | 97,70% | 25.867 € |
En el anterior gráfico tenemos la evolución de la deuda desde año 2019 hasta el dato más actual.
El aumento de deuda no se puede atribuir a una única causa, sino a una serie de factores interrelacionados:
Las crisis económicas del año 2008 y la pandemia del 2020 provocaron un enorme gasto público.
Gran parte de lo presupuestos del Estado se destinan a pensiones y esa es un área que es difícil meter la tijera sin provocar tensiones sociales y que tampoco debería ser observada como una primera opción porque hay otras partidas que deberían ser incluso eliminadas.
El crecimiento económico en los últimos años tampoco ha sido suficiente para contrarrestar el aumento del endeudamiento.
La política de tipos altos tampoco ayuda en un contexto de deuda alta como norma general. Aunque esta variable parece que está desapareciendo del tablero poco a poco.
La consecuencia inmediata de tener una deuda alta es principalmente que aumenta el coste de financiación y precisamente este aumento consume una parte considerable del presupuesto que se deriva al pago de intereses.
Y aunque España no está en la misma situación parece inevitable echar la vista atrás y no acordarse de Grecia en el año 2010.
¿Cómo se puede revertir esta tendencia?
No hay fórmula mágica pero quizás en España podíamos tomar ejemplo de otras economías que han frenado sus gastos por decirlo de alguna manera superficiales...